Las carillas dentales son un recurso de reparación dental que permiten mejorar algunos defectos del diente como su forma, tamaño y color.
Las carillas pueden ser de Porcelana o de Zirconia y dependerá de cada paciente cuales son las que se deben colocar Es un procedimiento relativamente sencillo que implica un par de visitas al odontólogo y consiste en desgastar el frente de los dientes a ser tratados (esto se hace básicamente en Incisivos, caninos y en ocasiones premolares, de acuerdo a la sonrisa de cada paciente), se toma un molde para hacer las carillas en el laboratorio y mientras se coloca un provisional. No se recomienda hacer carillas en jóvenes menores a los 17/18 años de edad por posible daño a los nervios de esos dientes.
Cuando los dientes presentan fracturas o lesiones cariosas, se remueve la caries y se obtura con resinas especiales para su uso en boca, que vienen en los colores más comunes de los dientes.
Las resinas pueden ser directas y se terminan el mismo día, o bien indirectas cuando el daño a reparar es muy amplio. En estos casos, se prepara el diente , se toma un molde y se coloca un provisional. Se hace la pieza en el laboratorio, y en una segunda cita se cementa en el diente de forma permanente.