Consiste en intervenir piezas dentales con necrosis (muerte) de la pulpa dental (done está el nervio del diente), provocando inflamación que se manifiesta como dolor ante el calor o el frío, al mantener ciertas posturas, comer o beber.
La endodoncia es un procedimiento indoloro gracias a la anestesia que se aplica. Existen diferentes motivos para la aparición de pulpitis o inflamación de la pulpa: caries, traumatismos, abrasión, erosión, bruxismo o incluso los tratamientos mal realizados.
Exactamente, una endodoncia pretende extirpar totalmente la pulpa o nervio del diente, eliminando bacterias y tejido necrótico con la intención de dejar el conducto lo más aséptico posible y sellarlo con un material que evite futuras infecciones. El tratamiento es definitivo, aunque en ocasiones es necesario re-tratar alguna pieza.
====================================================
La primera de las etapas que te llevan a la salud bucal, es el diagnóstico del personal odontológico a través de la
anamnesis o preguntas dirigidas.
Después viene la tan amada anestesia, en estos casos es de naturaleza local. Existe un requisito crucial para que el funcionamiento de este anestésico sea adecuado: no debe existir ninguna infección o inflamación para que actúe correctamente.
El tercer paso se trata de la apertura y el aislamiento de la pieza. Es decir, se perfora el diente desde la parte superior para extraer la pulpa y aislar la pieza del resto del organismo, para poder aspirar los productos que salgan del tejido pulgar muerto o los medicamentos que se usan para tratar al diente.
La obturación es el quinto paso. En él se sella el diente dejando la pieza plenamente insensibilizada. Por último, el control, donde una radiografía le permite al dentista valorar la efectividad de la intervención.